Restructuración cognitiva

13.03.2024

La reestructuración cognitiva es un proceso que implica identificar, cuestionar y cambiar los pensamientos automáticos y distorsionados que contribuyen a emociones negativas y comportamientos no deseados. En esencia, se trata de examinar y reconstruir nuestras creencias y percepciones para alinearlas más estrechamente con la realidad y con una visión más positiva de nosotros mismos y del mundo que nos rodea (Zohn, 2020). 

La reestructuración cognitiva se aplica en terapia a través de varios pasos cuidadosamente diseñados:

Conciencia de los pensamientos automáticos: el primer paso es tomar conciencia de los pensamientos automáticos que surgen en respuesta a situaciones específicas. Estos pensamientos suelen ser rápidos y automáticos, y a menudo están arraigados en patrones de pensamiento establecidos.

Identificación de pensamientos distorsionados: una vez que somos conscientes de nuestros pensamientos automáticos, el siguiente paso es identificar cualquier distorsión cognitiva presente en ellos. Estas distorsiones pueden incluir la generalización excesiva, la catastrofización, el pensamiento polarizado (todo o nada), entre otras.

Cuestionamiento de los pensamientos distorsionados: una vez identificadas las distorsiones cognitivas, se invita al individuo a cuestionar la validez y precisión de esos pensamientos. ¿Son realmente ciertos? ¿Hay pruebas que respalden esos pensamientos? ¿Existen otras interpretaciones posibles de la situación?

Generación de pensamientos alternativos: en esta etapa, se anima a la persona a generar pensamientos alternativos más realistas y equilibrados que desafíen los patrones de pensamiento negativos. Esto implica encontrar evidencia que contradiga los pensamientos automáticos negativos y desarrollar una perspectiva más objetiva.

Práctica de pensamientos alternativos: una vez que se han identificado y generado pensamientos alternativos, se alienta al individuo a practicarlos repetidamente. Esto ayuda a fortalecer los nuevos patrones de pensamiento y a disminuir la influencia de los pensamientos automáticos negativos.

Evaluación de resultados: finalmente, se alienta a la persona a evaluar cómo se siente y cómo se comporta cuando adopta los nuevos patrones de pensamiento. ¿Se siente menos ansioso, deprimido o estresado? ¿Se están produciendo cambios positivos en su vida y en sus relaciones?


Beneficios de la Restructuración Cognitiva

Reducción de la ansiedad y la depresión: al desafiar y cambiar los patrones de pensamiento negativos, la reestructuración cognitiva puede ayudar a reducir la ansiedad y la depresión, permitiendo una mayor sensación de calma y bienestar.

Mejora de la autoestima: al cambiar los pensamientos autocríticos y distorsionados, la reestructuración cognitiva puede mejorar la autoestima y promover una imagen más positiva de uno mismo.

Mejora en la toma de decisiones: al adoptar una perspectiva más equilibrada y objetiva, las personas pueden tomar decisiones más informadas y efectivas en su vida personal y profesional.

Mejora en las relaciones interpersonales: al desafiar los pensamientos negativos sobre los demás, la reestructuración cognitiva puede promover relaciones más saludables y satisfactorias con los demás.

En resumen, la reestructuración cognitiva es una poderosa herramienta terapéutica que nos permite cambiar nuestros patrones de pensamiento negativos y distorsionados, promoviendo una mayor salud mental y emocional. Al aprender a desafiar y cambiar nuestros pensamientos automáticos, podemos cultivar una vida más positiva y significativa.


Bibliografía

▪ Zohn, T (2020). Preguntas en psicoterapia: entre Sócrates y Karl Tomm. Redes 40. Departamento de Psicología, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. <br>

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