Mitos comunes sobre la adopción

13.10.2025

La adopción, aunque cada vez más reconocida como una forma legítima y amorosa de construir familia, sigue rodeada de prejuicios, ideas erróneas y estereotipos que pueden afectar tanto a las familias adoptivas como a las Personas Menores de Edad (PME) involucradas. Estos mitos no solo distorsionan la comprensión del proceso, sino que también pueden generar expectativas poco realistas y obstaculizar la construcción de vínculos sanos y seguros.

Como señala Vargas Agüero (2021), comprender la adopción desde una perspectiva psicológica implica reconocer su complejidad emocional, social y legal. No se trata únicamente de "dar un hogar" a un niño o niña, sino de establecer un vínculo basado en la aceptación, el compromiso y la preparación emocional de quienes desean asumir la parentalidad adoptiva.

A continuación, se presentan algunos de los mitos más comunes sobre la adopción y una breve reflexión para cuestionarlos.

"Los verdaderos padres son los biológicos"

Este mito parte de la idea de que la biología define la paternidad o maternidad. Sin embargo, la evidencia y la experiencia clínica muestran que ser padre o madre implica mucho más que compartir genética. Los verdaderos padres son quienes ejercen el rol parental, acompañan, educan, cuidan y se comprometen con el bienestar de sus hijos e hijas, sean biológicos o adoptivos (Lapastora & Velásquez, 2008).
La adopción, por tanto, no sustituye la filiación biológica: crea un nuevo vínculo, igualmente válido y profundo.

"El niño o la niña estará eternamente agradecido(a)"

La adopción no debe entenderse como un favor ni como una deuda. Es un proceso de doble vía, en el que tanto padres como hijos construyen juntos una familia. Esperar gratitud perpetua puede generar culpa o presión en la PME, dificultando la expresión de emociones ambivalentes o el reconocimiento de su propia historia (Lapastora & Velásquez, 2008).
El vínculo adoptivo se fundamenta en el amor y la reciprocidad, no en la obligación ni en la compensación.

"Los niños o niñas adoptados no deben conocer sus orígenes"

Negar los orígenes puede provocar angustia y confusión en la construcción de la identidad. La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce el derecho a conocer la propia historia y procedencia. Informar sobre la adopción desde edades tempranas, con un lenguaje acorde a la comprensión del niño o niña, promueve confianza y sentido de pertenencia (Vargas Agüero, 2021).
Ocultar información, en cambio, puede vivirse como una traición y obstaculizar el desarrollo emocional.

"Con amor y cariño será suficiente"

El afecto es fundamental, pero no basta por sí solo. Las personas adoptadas suelen venir de experiencias de pérdida, separación o institucionalización, por lo que pueden requerir acompañamiento profesional y una comprensión especializada de su historia (Lapastora & Velásquez, 2008).
La preparación emocional y el apoyo psicológico son recursos clave para sostener el proceso adoptivo y responder a las necesidades particulares de cada PME.

"Si conoce a su familia biológica, nos dejará"

La curiosidad por los orígenes no implica rechazo a la familia adoptiva. De hecho, un niño o niña que se siente querido y seguro puede explorar su historia sin temor a perder el vínculo con sus padres adoptivos. Con apoyo emocional y acompañamiento, la búsqueda de orígenes puede fortalecer la identidad, no debilitar el lazo familiar (Vargas Agüero, 2021).

"Los niños adoptados son desobedientes o problemáticos"

Este mito ignora que la conducta infantil depende en gran parte del entorno, el apego y las estrategias parentales. La adopción no determina el comportamiento: lo hacen la historia previa, la estabilidad actual y la calidad del vínculo con las figuras de cuidado (Lapastora & Velásquez, 2008).
Con empatía, comunicación y límites consistentes, los niños y niñas adoptados pueden desarrollarse de forma saludable, al igual que cualquier otro niño.

"La adopción es un acto de caridad"

Entender la adopción como una obra de caridad refuerza la idea de que el niño o niña "debe agradecer" haber sido adoptado. Sin embargo, la adopción no es un acto de compasión, sino una decisión consciente de formar una familia. Adoptar es elegir ser padre o madre, no "salvar" a alguien (Vargas Agüero, 2021).
Cuando se aborda desde el deseo genuino de acompañar y amar, la adopción se convierte en un espacio de crecimiento mutuo, no en una deuda moral.

"El proceso de adopción solo es difícil por los trámites"

La dificultad del proceso adoptivo no radica únicamente en los procedimientos administrativos. También involucra aspectos emocionales, psicológicos y sociales. La evaluación de idoneidad mental, por ejemplo, busca asegurar que quienes deseen adoptar cuenten con los recursos personales y vinculares necesarios para asumir el rol parental (Vargas Agüero, 2021).
La adopción es, por tanto, un proceso de múltiples dimensiones que requiere compromiso, introspección y acompañamiento profesional.

"Una vez adoptado el niño o la niña, todo será perfecto"

La adopción no pone fin automáticamente a las dificultades. Es el inicio de un proceso de adaptación que demanda tiempo, paciencia y flexibilidad. A medida que avanza la convivencia, pueden surgir desafíos emocionales tanto para los padres como para los hijos, y es natural que así sea (Lapastora & Velásquez, 2008).
Con una actitud abierta y recursos de apoyo, las familias adoptivas pueden atravesar estas etapas fortalecidas y más cohesionadas.

Conclusión

Desmontar los mitos sobre la adopción es esencial para construir una cultura más empática, informada y libre de prejuicios. Adoptar no es un acto heroico ni un camino libre de desafíos: es una elección consciente de amor, compromiso y responsabilidad. Comprenderlo de este modo favorece que tanto las familias como las personas adoptadas vivan la experiencia desde la autenticidad, la confianza y la aceptación.

Referencias

Lapastora, J., & Velásquez, L. (2008). Niños adoptados: Estrategias para afrontar conductas. Editorial Síntesis.

Vargas Agüero, A. C. (2021). Manual orientativo del proceso de evaluación psicológica de idoneidad mental para solicitantes de adopción. Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica. Pinares de Curridabat, San José, Costa Rica.

Dirección: Casa Emotio. Barrio Escalante, 100 m al este de la rotonda del Farolito, casa esquinera Nº 3195. Color melón con verde.

Teléfono: 8466-2343

Email: lvillalobosfernandez@gmail.com 

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