Terapia de pareja no es para “arreglar” al otro

14.07.2025

Cuando una pareja llega a consulta, no es raro escuchar frases como: "Vengo para que él cambie" o "necesito que ella entienda que el problema es suyo". Esta expectativa, aunque común, revela un malentendido profundo sobre qué es —y qué no es— la terapia de pareja. No se trata de corregir a la otra persona, sino de comprender y transformar juntos la relación.

Un cambio de enfoque: del individuo al vínculo

La terapia de pareja parte de una mirada sistémica: la relación se entiende como una interacción dinámica entre dos personas, no como la suma de dos problemáticas individuales. Las dificultades rara vez son responsabilidad exclusiva de uno de los miembros; más bien, emergen de patrones de comunicación, expectativas, heridas no resueltas o estilos de apego que ambos han contribuido a construir (Gurman, 2008).

Desde esta óptica, el terapeuta no actúa como juez ni como árbitro, sino como facilitador de un proceso en el que ambas personas pueden revisar su forma de relacionarse, asumir su parte de responsabilidad y explorar alternativas de cambio.

¿Qué sí se trabaja en terapia de pareja?

  • Comunicación consciente y efectiva: identificar estilos defensivos, aprender a escuchar sin interrumpir, expresar necesidades sin atacar.

  • Gestión de conflictos: reconocer ciclos de discusión repetitivos y encontrar formas más saludables de abordar desacuerdos.

  • Reconexión emocional: restaurar el sentido de cercanía, intimidad y cuidado mutuo.

  • Revisión de expectativas y acuerdos: hablar abiertamente sobre lo que se espera de la relación y negociar con base en realismo y empatía.

  • Procesamiento de heridas pasadas: infidelidades, decepciones o traiciones pueden trabajarse si existe disposición genuina de reparación y perdón.

¿Y si el otro no quiere cambiar?

Este es uno de los puntos más sensibles. En ocasiones, una persona está más motivada que la otra, y esto genera frustración. Sin embargo, incluso en esos casos, hay margen de trabajo: quien sí está dispuesto puede empezar a modificar su manera de interactuar, y esto, con el tiempo, puede influir en el sistema relacional. Pero es importante saber que no se puede obligar al otro a cambiar, ni mucho menos moldearlo a gusto propio.

Además, el proceso terapéutico también puede llevar a una toma de decisiones: si, a pesar del trabajo, la relación no resulta viable, la separación puede abordarse desde un lugar más consciente y cuidadoso, especialmente si hay Personas Menores de Edad involucradas (Gottman & Silver, 2015).

La corresponsabilidad como eje central

Tener una relación saludable no depende de "que el otro haga su parte", sino de que ambos asuman que cada acción, palabra u omisión afecta el vínculo. La terapia invita a mirarse, no solo al otro. A preguntarse: ¿Qué hago yo que contribuye al malestar?, ¿Qué necesito cambiar para que esta relación evolucione?, ¿Estoy dispuesto(a) a ceder, reparar y crecer junto a esta persona?

Sin este nivel de autocrítica y compromiso, la terapia pierde sentido.

Conclusiones

  • La terapia de pareja no es un espacio para "arreglar" a la otra persona, sino para trabajar juntos en la mejora del vínculo.

  • El cambio comienza por uno mismo. Señalar al otro sin revisar el propio comportamiento impide el avance del proceso.

  • Asumir la corresponsabilidad es esencial: ambos miembros contribuyen —de manera consciente o no— a los problemas y, por tanto, también pueden contribuir a las soluciones.

  • A veces, la terapia ayuda a reencontrarse; otras veces, a separarse de manera más sana. En ambos casos, se trata de tomar decisiones informadas y responsables.

  • El éxito de la terapia no radica en "ganar la discusión", sino en construir nuevas formas de estar en la relación.


Referencias

Gottman, J. M., & Silver, N. (2015). The Seven Principles for Making Marriage Work: A Practical Guide from the Country's Foremost Relationship Expert (2.ª ed.). Harmony Books.

Gurman, A. S. (2008). Clinical Handbook of Couple Therapy (4.ª ed.). The Guilford Press.

Dirección: Casa Emotio. Barrio Escalante, 100 m al este de la rotonda del Farolito, casa esquinera Nº 3195. Color melón con verde.

Teléfono: 8466-2343

Email: lvillalobosfernandez@gmail.com 

Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis!